Lubrica, limpia, desprende, protege y conserva. Permite que las piezas móviles se muevan con facilidad. Gracias a su capacidad de penetración especialmente alta llega hasta los puntos de lubricación más inaccesibles. Desprende los tornillos inmovilizados por la corrosión o el agarrotamiento en un instante. Se infiltra bajo la suciedad y los restos persistentes de aceite y de grasa y los elimina. Protege del óxido y la corrosión y conserva las piezas de cromo.